BUENOS AIRES.- En el antiguo Egipto, intentar desheredar al faraón se castigaba con la muerte. En el imperio Dakar, en cambio, vale todo. Y eso Carlos Sainz lo tiene bien en claro. El madrileño se impuso ayer en la novena etapa y acortó la distancia que lo separa del príncipe qatarí Nasser Al-Attiyah, que llegó segundo durante la jornada pero que aun mantiene el liderato en la tabla general.

Sainz se adjudicó el última especial en territorio chileno en un tiempo de 2h 14? 39??, aventajando por 1? 56?? a Al-Attiyah, compañero de equipo en Volkswagen.

El sudafricano Giniel de Villiers, también del equipo VW, se posicionó tercero a 9? 2?? del puntero en el tramo Copiapó-Copiapó que incluyó 235 kilómetros cronometrados en el desierto de Atacama. En tanto, el multicampeón francés Stéphane Peterhansel llegó cuarto con su BMW a 11? 14?? del ganador.

Tras nueve etapas, Al-Attiyah lidera la general con 30h 56? 25??. Lo escolta Sainz, que con su quinta victoria en la actual carrera redujo a 3? 18?? la ventaja que le lleva el piloto qatarí. De Villiers sigue tercero en la general a 55? 51??. Atrás le sigue Peterhansel a 1h 42? 48??.

Tanto "El Matador" como ?El Sultán del Desierto? han demostrado su madurez y conducen sus Touareg de modo similar. Hoy el juego del gato y el ratón se centrará en buscar o provocar un error del otro, manteniendo constantemente la presión.

Párrafo aparte para Emiliano Spataro, el campeón del Top Race: terminó 20º en la etapa y subió varios lugares en la general. Maneja un Buggy McRae. (Especial)